La decisión del Gobierno paraguayo de modernizar el sistema aeroportuario es necesaria y un avance importante, pero debe hacerse contemplando una serie de cuestiones, medidas de precaución, advirtió ayer el vicepresidente de IATA para América Latina y el Caribe, Patricio Sepúlveda. Fue durante un desayuno de trabajo organizado por Mesa de Logística de Rediex.
El alto ejecutivo de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), manifestó que, en primer lugar, un aeropuerto tiene que estar absolutamente alineado con los niveles de seguridad operacional y “Security”, cuyo rol es proveer servicios. Además, debe mantener una relación proveedor-cliente, facilitar la relación con las líneas aéreas de manera segura, eficiente y en un entorno de costo-efectividad. “Debe estar motivado y orientado al cliente con transparencia, pues es un monopolio natural donde es necesario e imprescindible la regulación, porque si no está bien regulado, esto será un desastre, y esas regulaciones hay que establecerlas a través de un ente autónomo (idealmente), neutro, fuerte y con capacidad técnica”, destacó. Añadió que muchas veces los pasajeros y las líneas aéreas no son tratados como clientes, los aeropuertos, siendo un servicio público, son manejados únicamente con fines de lucro, y a menudo el regulador es el propietario. “No estamos diciendo que es un pecado, pero sí se tiene que tener mucho cuidado, porque cuando uno es regulador y operador tenemos que definir muy bien los límites”, dijo. Advirtió que cuando se carece de un ente regulador fuerte, hay utilidades excesivas, falta de consulta y transparencia, inversiones innecesarias, donde a veces se levanta un elefante blanco que no es el apropiado para las necesidades del país. Además, nivel de servicio y eficiencia inadecuados, tarifas altas, etc.
Escenario ideal
Seguidamente señaló que Es un proceso de consulta permanente, abierta y transparente para llegar a un acuerdo en las prioridades de inversión, fundamentados en casos de negocios; es decir, mirar cada decisión y evaluar cada proyecto de inversión. Uso de evaluaciones comparativas claras, fidedignas y aceptadas. Establecimiento de metas medibles y responsables de la eficacia de la gestión económica y mejoría continúa. “No sacamos nada con establecer metas que son inalcanzables o exigir demasiado poco a quien puede dar mucho más”, expresó.
Propuso igualmente acuerdos sobre precios a largo plazo, con señales y condiciones claras para estimular la venida y el aumento de las compañías aéreas. Regulación robusta e independiente con derecho a apelación. “Es decir, que haya un buen proceso de arbitraje y no sea esto una tiranía, una dictadura en el plano de la infraestructura aeronáutica. Visión de socios; es decir, las líneas aéreas no son enemigas de los aeropuertos y viceversa. La única forma de salir adelante es que nos miremos como socios“, recalcó Sepúlveda.
Fuente: http://www.abc.com.py/
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